Una vez, no hace mucho, me topé con una entrevista que le hicieran en el diario El Nacional al ilustre pensador venezolano y estudioso de la comunicación Antonio Pasquali. En la entrevista, Pasquali fue interrogado por el periodista acerca de su postura de antaño respecto a MC Luhan, siendo la respuesta del entrevistado una afirmación dónde visiblemente confesaba haber cometido un error frente a este otro pensador de la comunicación moderna: “hay que volver a leer a MC Luhan”.
Poco tiempo después, en una clase de Filosofía, recibí - ya como una tarea- la petición de releer al autor de conceptos tan actuales como el de la Aldea Global.
El Medio es el mensaje es una frase recogida del ensayo titulado “Comprendiendo los Medios”, pero que en inglés realizaba un juego de palabras entre "mensaje" (message) y "masaje" (massage): "message is a massage". Releer a MC Luhan comienza por darle la vuelta al sentido de la frase en cuestión.: el medio no es el mensaje, es un masaje.
Entonces, y solo entonces, las afirmaciones de Marshall MC Luhan adoptan un enorme sentido que nunca antes se había vislumbrado, a no ser por los llamados de atención de otros estudiosos que advertían sobre el respecto.
Quizás la adopción de MC Luhan por parte de la Publicidad y de los mismos medios como tal, fue punto de apoyo para que los comunicólogos no lo tomaran en serio, o en el peor de los casos, lo atacaran ferozmente como el propio Pasquali en su libro “Comprendiendo la Comunicación”.
Es entonces dónde, salvando las distancias que el pensamiento crítico coloca entre ambos autores, que puede establecerse un paralelismo casi aliviante entre Pasquali y MC Luhan, algo escandalizante en otrora.
Y es que el empeño que encontramos en el comunicólogo venezolano de diferenciar lo que es comunicación de la simple transmisión de información, se completa con esta afirmación MC Luhaniana de que en los medios de comunicación, poco importa el contenido del mensaje, igualando la película pornográfica con el cuento de Disney, porque al fin y al cabo, no es lo que se dice, sino cómo se dice. Y en el Cómo es donde precisamente los medios se han vuelto unos expertos, impulsados por la Industria Cultural, ampliamente descrita y criticada por Adorno y Horckeimer, pensadores de la escuela de Frankfurt, cuyos postulados también se reconciliarían entonces con lo dicho por MC Luhan.
Sin embargo, queda aún un elemento, ya mencionado en este texto, y este es la ausencia de crítica en los postulados de MC Luhan. Es MC Luhan un simple descriptor de la naturaleza de los medios, sin aplicarle ningún tipo de adjetivo, se limita a señalar las potencialidades alienantes del medio, extensión artificial de las capacidades del hombre y transformador del mensaje. Pero nunca dice que esto sea malo. Simplemente es.
Pero no cabe duda que, ahora comprendiendo a MC Luhan, podemos retomar el camino y añadir nosotros el tono crítico a sus postulados.
Personalmente asumiré como propia, la petición de Pasquali: Leamos de nuevo a MC Luhan, al parecer y después de todo, como que si tiene cosas interesantes qué decir.
Poco tiempo después, en una clase de Filosofía, recibí - ya como una tarea- la petición de releer al autor de conceptos tan actuales como el de la Aldea Global.
El Medio es el mensaje es una frase recogida del ensayo titulado “Comprendiendo los Medios”, pero que en inglés realizaba un juego de palabras entre "mensaje" (message) y "masaje" (massage): "message is a massage". Releer a MC Luhan comienza por darle la vuelta al sentido de la frase en cuestión.: el medio no es el mensaje, es un masaje.
Entonces, y solo entonces, las afirmaciones de Marshall MC Luhan adoptan un enorme sentido que nunca antes se había vislumbrado, a no ser por los llamados de atención de otros estudiosos que advertían sobre el respecto.
Quizás la adopción de MC Luhan por parte de la Publicidad y de los mismos medios como tal, fue punto de apoyo para que los comunicólogos no lo tomaran en serio, o en el peor de los casos, lo atacaran ferozmente como el propio Pasquali en su libro “Comprendiendo la Comunicación”.
Es entonces dónde, salvando las distancias que el pensamiento crítico coloca entre ambos autores, que puede establecerse un paralelismo casi aliviante entre Pasquali y MC Luhan, algo escandalizante en otrora.
Y es que el empeño que encontramos en el comunicólogo venezolano de diferenciar lo que es comunicación de la simple transmisión de información, se completa con esta afirmación MC Luhaniana de que en los medios de comunicación, poco importa el contenido del mensaje, igualando la película pornográfica con el cuento de Disney, porque al fin y al cabo, no es lo que se dice, sino cómo se dice. Y en el Cómo es donde precisamente los medios se han vuelto unos expertos, impulsados por la Industria Cultural, ampliamente descrita y criticada por Adorno y Horckeimer, pensadores de la escuela de Frankfurt, cuyos postulados también se reconciliarían entonces con lo dicho por MC Luhan.
Sin embargo, queda aún un elemento, ya mencionado en este texto, y este es la ausencia de crítica en los postulados de MC Luhan. Es MC Luhan un simple descriptor de la naturaleza de los medios, sin aplicarle ningún tipo de adjetivo, se limita a señalar las potencialidades alienantes del medio, extensión artificial de las capacidades del hombre y transformador del mensaje. Pero nunca dice que esto sea malo. Simplemente es.
Pero no cabe duda que, ahora comprendiendo a MC Luhan, podemos retomar el camino y añadir nosotros el tono crítico a sus postulados.
Personalmente asumiré como propia, la petición de Pasquali: Leamos de nuevo a MC Luhan, al parecer y después de todo, como que si tiene cosas interesantes qué decir.
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