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Yo sí olvido al año viejo

2008.
Un año que ha traído muchos cambios, demasiados para mis gustos. Nueva casa, nuevo trabajo. Un hermano preso, un miembro de la familia de mi esposa muerto a manos del hampa. Una familia dividida por que lo único importante es mostrar la superioridad de unos sobre otros, o porque lo más importante es el qué dirán y no el hacer feliz a los tuyos.

Cambios que han estado acompañados de procesos largos y dolorosos. El derrumbe de un sueño laboral por culpa de la mala administración, la pérdida de la estabilidad hogareña, (gracias a Dios temporalmente), el sentir en carne propia lo que significa estar bajo un gobierno esquizoide y egoísta, de esos que solo leíamos en los libros de historia y decíamos “¡Qué tipo tan loco! ¿Cómo llegó a ser Presidente?”

No, que va. Yo sí olvido al año viejo.

Pasar la mayoría de los meses de un año tratando de recuperar unas finanzas golpeadas por el incumplimiento de tus patronos no es algo fácil. Ver que eso también es causa para no conseguir varias de tus metas en el año, es frustrante.

Aunque no todo fue malo, y los cambios generaron buenos resultados, 2008 fue en líneas generales un año repleto de momentos tristes. Sí, ahora tengo un empleo donde finalmente me pagan por lo que me gusta, hay proyectos encaminados que tienen buen perfil, la nueva casa resultó mucho mejor hogar que la anterior, pero aún así, yo sí olvido el año viejo.

2009, con todo y su pinta de año pésimo para la economía, será un año en el que las bases para sortear los embates de la vida se ven con mejor semblante. ¿Total? Para un hombre que no viaja mucho que digamos al exterior, ni que necesita de grandes bienes materiales para ser feliz, un par de bancos gringos en quiebra y un barril de petróleo barato no es cosa que le preocupe, a fin de cuentas, ni mi sueldo es en dólares ni soy miembro de ese sector privilegiado de la población que recibe las dádivas del gobierno a cambio de su servil adulación.

No, yo veo 2009 con bastante optimismo, solo es cuestión de adelantarse a los hechos, y en eso andamos.

Pero, ¿2008? ¿Que año fue ese? No lo recuerdo y juro que no lo volveré a recordar.

¡Feliz año nuevo para todos!