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Yo sí olvido al año viejo VII: Llégate 2015

Releyendo el post del año pasado me doy cuenta que estos últimos años han sido de sorpresas agradables para mi. Me gusta cerrar años de forma tan positiva a pesar del entorno político y económico del país. 2014 ha sido un año duro, muy difícil. Un año en el que llegué a tocar muy fondo, estando al borde de la depresión. Pero como siempre digo, lo mejor que uno puede hacer en la vida es llenarse de amor y refugiarse en él, y sí, fue el amor nuevamente el que me salvó y me llevó a puerto seguro.

Rompiendo con el esquema en el que había venido escribiendo estos post de fin de año, este año quiero hacer un Top 10 de las mejores cosas que me han pasado:

  1. Obviamente el evento del 2014 fue el nacimiento de Sofía Valentina. Mi segunda hija. Una beba que llegó cargada de emociones para Saiyed y para mi. Recordemos que el embarazo fue gemelar durante algún tiempo, pero uno de los bebés no llegó. Miguel Ángel está en el cielo cuidando a su hermana, que es una hermosa niña que nos tiene la vida alegre a todos.
  2. Hola. Soy el nuevo Gerente de Medios Digitales de Empresas Polar. Chao.
  3. Contrapunto.com sigue siendo el proyecto periodístico al que le apuesto todo. Logramos edificar un estilo único para el Social Media en el periodismo. Contenidos de calidad que activan conversaciones. Les deseo todo lo mejor.3
  4. En 2014 di más charlas que en ningún otro año anterior. Además, cerré el año con broche de oro girando por varias ciudades con la Explosión Creativa. Esas visitas breves a Maracay, Puerto Ordaz y San Cristóbal me sirvieron para conocer un interior del país lleno de gente entusiasmada por las comunicaciones estratégicas. Además, firmé mi primer autógrafo.
  5. En algún momento del año me vi ahogado en "tigres", cosa que no es del todo mala, significaron una buena vía de enfrentar la crisis, pero sin duda fue algo agotador. El lado positivo estuvo en comprobar mi valor en el mercado, establecer relaciones profesionales de gran importancia y crecer profesionalmente. Gracias a Sanitas, a Cargill y a Protinal por su confianza.
  6. Nuevamente mi faceta docente fue protagonista en 2014. A los Diplomados de la UBA y del ISUM se sumaron el de la UNITEC y la serie de cursos dictados en la Fundación Casa Uslar Pietri. Amo dar clases.
  7. Mi lista de amistades especiales sigue creciendo. Este año la bienvenida es para Alejandra Moreno (Te quiero jevah)
  8. La Mejor Camada ECS sigue repartiéndose por el mundo. Los pocos que quedamos nos toca echarle bolas y tratar de mantener todo bien para cuando el resto regrese, porque sé que algún día van a regresar.
  9. Mi Papá se fue de esta vida terrenal. La sensación es rara, pero estoy en paz.
  10. Pude hacer un poquito más feliz a mi Madre, y si todo sale bien, pronto estaré retribuyéndole todo lo que me ha dado como siempre he querido hacerlo.
2015 será un año muy difícil, probablemente más difícil que 2014, pero empezará con un doble juego para definir un quinto puesto en la clasificación del béisbol local, algo inédito y que marca una pauta: 2015 será un año inédito. Así lo creo, así lo espero. Todo está por escribirse y todos tenemos la oportunidad de escribir nuestra parte en él. Ya he visto muchos amigos embarazados y casándose, ¡eso es tan fino!

Gracias 2014, 2015... ¡llégate perro!

Adiós Castillo

Supongo que fuiste lo suficientemente importante en mi vida como para dedicarte este espacio. Supongo que las lecciones que aprendí de tí son suficiente credencial para dedicarte estas líneas. Supongo también que no fuiste mala persona. Supongo que todo lo que hiciste tuvo siempre una buena intención.

Lo que no supongo, porque estoy seguro, es que fue un gran ejercicio de bondad de tu parte darme tu apellido. Estoy seguro que, a pesar de todos tus errores, no merecías irte tan en silencio, tan desgastado, tan triste, tan maltratado.

Hace muchos años dejé de llamarte Papá, empecé a mencionarte con tu apellido: Castillo. Se
ñal de rebeldía al principio, de rencor después, de distancia al final. A veces la costumbre, que es más fuerte que el amor como dice la canción, me traicionaba y dejaba salir de mi boca el sustantivo que llegué a pensar que te quedaba grande. Pero lo cierto es que nunca dejaste de ser mi Papá. Esos vínculos de crianza no se borran. Las relaciones humanas son así, unidas por una liga que estira y se encoje, pero no se rompe.

Te fuiste Castillo, y la última vez que hablamos nos compartimos unas palabras tímidas en tu casa. Todavía no estabas tan reducido, todavía quedaba algo del señor que dedicó parte de su vida a verme crecer, tal vez muy de lejos aunque habitábamos la misma casa, pero allí estuviste.

A veces me sorprendo a mi mismo usando tus gestos, tus mañas, tus manías. A veces hago consciente la influencia que tienes en mi vida. No me avergüenzo, aunque en momentos me incomodaba. Nunca nada es totalmente malo, y aún en lo malo se consigue cierta belleza. Después de todo, el equilibrio del Universo consiste en darnos a todos una dosis de maldad, de error, de equivocación.

El Papá que soy hoy es consecuencia tuya. Siempre dije que me enseñaste justamente lo que no debía hacer de Padre, y aquí voy y parece que voy bien. Pero insisto, a pesar de todo, creo que tu sacrificio para con tus hijos fue bastante, fue suficiente como para decir que tu partida es injusta.

No Castillo, no eras un hombre malo, eras una buena persona a la que posiblemente se le hizo demasiado difícil mostrar su faceta sentimental, bondadosa. Tu ser racional te gobernó, y eso no es malo ni bueno, simplemente es lo que te definió.

Te perdono, y sé que me perdonas. Estoy seguro de que descansarás en Paz. Es lo que mereces, dejar ese cuerpo que tanto cultivaste y que al final fue vencido por el tiempo. Como me sucederá a mi seguramente. Flotar después de una vida tan larga como la tuya debe ser un gran alivio. Eso es lo que deseo para tí: la paz del alivio, la paz de flotar, la paz de ser uno solo con el aire.

Descansa en Paz, Papá.

Yo también fui estudiante

Todos fuimos estudiantes, al menos la gran mayoría de nosotros los que ya somos mayorcitos, pero parece que algunos olvidamos esa época. Leo críticas muy fuertes a la actuación de los estudiantes en la actualidad, sobre todo de ex-compañeros de clases afectos al Gobierno de turno, incluso es historia la actuación de muchos de los representantes del gobierno en su época de estudiantes.

Trataré de hacer memoria.

Estudié mi bachillerato en la E.T.C. Luis Razetti, en la Av. Morán. Cuando entré, el liceo ya era famosos por las revueltas que se formaban en la zona, donde el Razetti convive con el Liceo Pablo Acosta Ortiz y la Escuela Técnica Industrial. Eran tiempos de Rafael Caldera II y la economía no era muy distinta a la que vivimos hoy en cuanto a los altos índices de inflación, aunque en la época no había problemas de abastecimiento y el precio del barril de petróleo era "pírrico", pero vivíamos bajo la amenaza de la sombra del 27F, del 4F y del 27N.

Los métodos de protesta de entonces jamás pasarían la prueba del Estado en el que hoy vivimos. No habían acampados pacíficos, la palabra "guarimba" no era tan popular entonces, pero lo que sucedía cuando los estudiantes de los tres liceos de la Morán salíamos a la calle, no era tan distinto a lo que hoy califica en dicho término, incluso, éramos peores.

El odio entre estudiantes y policías era muy profundo. Los uniformados cargaban los cartuchos de perdigones con pedazos de metal para herir con mayor gravedad. Nos encapuchábamos para no ser reconocidos por los profesores, que en diversas ocasiones castigaban a los estudiantes por salir a manifestar. Si un estudiante era atrapado por un policía, recibía la coñaza de su vida y probablemente era ruleteado por Caracas a punta de psicoterror antes de ser liberado. Eso sí, jamás ningún estudiante fue puesto preso, al menos no formalmente con delitos imputados y juicio. Eso sí, también hubo estudiantes fallecidos y arrollados.

La gran costumbre era parar motorizados para pedirles gasolina, que era usada para quemar cauchos y fabricar bombas molotov. Luego se secuestraba y saqueaba algún transporte de alimentos para justificar la llegada de la Policía Metropolitana. Habían lacrimógenas, y en muchas ocasiones las mismas eran lanzadas adentro de los liceos. Un dato interesante: la GN era respetada por los estudiantes, y no era usada para reprimir manifestaciones. Incluso había gritos y consignas a favor de los uniformados de verde.

La mayoría de las veces, los disturbios se usaban como método para perder clases, para atrasar exámenes de fin de período o sencillamente para tomarnos un día de "descanso". Cuando los disturbios eran en serio, existía coordinación entre los líderes estudiantiles de otros liceos públicos para que la protesta fuese múltiple. En alguna ocasión, un grupo de estudiantes secuestró un autobus para que los trasladara al Liceo Fermín Toro y apoyar a los estudiantes que estaban siendo fuertemente reprimidos en ese momento. La cosa se ponía delicada si había algún estudiante muerto o herido.

Cuando la manifestación tenía base en algún reclamo social, o por la muerte de un compañero, normalmente llegaba gente infiltrada, gente de los partidos políticos, sobre todo los partidos de izquierda. Muchas veces estos infiltrados llevaban armas de fuego, que raramente se usaban contra alguien y que servían para someter conductores de transportes que luego era saqueados y/o quemados. La quema de vehículos era común si el motivo de la protesta era la muerte de un compañero.

Veíamos con cierto grado aspiracional las protestas universitarias y en algunas ocasiones la coordinación llegaba a encadenarse con la dirigencia de la UCV y del Pedagógico de Caracas. Recuerdo que leíamos admirados los nuevos métodos que usaron en alguna ocasión los del Pedagógico al lanzar cohetones a la PM.

No éramos terroristas, no éramos acusados de apátridas. A lo sumo, nos llamaban revoltosos y ñángaras, sin embargo, en muchas ocasiones se actuó de manera mucho más contundente que los estudiantes de hoy. Al menos, las lacrimógenas y los perdigones de entonces estaban justificados en una acción cuasi-violenta de parte de los estudiantes. La policía no llegaba por la simple tranca de alguna calle, y en algunas pocas ocasiones quedamos con los crespos hechos porque la PM no llegó nunca.

No nos procesaban como criminales, al menos no los estudiantes liceístas.

Hay muchas cosas que hoy se ven con escándalo por parte de los defensores del gobierno, cosas que seguramente ellos mismos hicieron en el pasado. Claro, la ética de algunos es cómoda, y vista desde el poder, la rebeldía de otros siempre será mala.