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Sofía Ímber: un país no puede vivir sin dialogar

Dos palabras definen a Sofía Ímber: Periodismo y Arte. En esas dos palabras oscilan todas las anécdotas de su vida. Al menos eso decía la investigación previa y los conocimientos que tenía del personaje antes de asistir a la cita de la entrevista.
Las personas cambian, física y mentalmente, y aunque siempre conservamos un “algo” esencial que nos define, ciertamente la vida es un ir y venir de experiencias que moldean tu personalidad en un cambio constante. Esa era la reflexión que me hacía al encaminarme a la casa de la señora Sofía Ímber.

Recordaba con bastante claridad algún guión de un micro que escribí junto a un compañero de clases para alguna práctica de Radio en la UCV. Uno de los personajes de ese micro era una suerte de parodia de Sofía Ímber. El mundo y sus vueltas. Iba yo en un taxi rumbo a entrevistar a un personaje que ahora me inspiraba respeto y algún tipo de temor. De ese temor que más bien es “miedo escénico”, porque se trata del sometimiento al escrutinio de una audiencia. Sofía iba a ser mucho más que una entrevista más, iba a ser una suerte de examen de periodismo, una tesis de grado en formato “trabajo profesional”. Iba a entrevistar a la periodista que hizo el primer programa de entrevistas en la mañana en Venezuela, la primera mujer ganadora de un Premio Nacional de Periodismo, y una escuela viviente del periodismo y el arte venezolano. Y estábamos unidos en ambas cosas: el periodismo y el arte.

¿Qué se le puede preguntar a alguien que pasó gran parte de su vida haciendo preguntas? Con ese cuestionamiento en mente llegué al sitio. La señora Sofía estaba sentada en un sillón de cuero negro esperando. El sitio donde estaba podría ser reconocido en algunas de las muchas fotos que se encuentran en Google Images al colocar “Sofía Ímber” en el campo de búsqueda. Una biblioteca infinita donde se pueden leer todo tipo de autores y géneros literarios, mesas con muchos portarretratos que guardan memorias del pasado. En varios de ellos se puede reconocer a la joven Sofía, hermosa y de cabellera larga. No muy distinta a la mujer que me espera sentada en el sillón, aunque es evidente que los años no han pasado en vano ¿Dije años? No, más bien las experiencias han dejado huella.

Sofía es una mente brillante y lúcida encerrada en un cuerpo que carece de fuerzas. Hila su pensamiento de manera perfecta, el motor de búsqueda de su memoria funciona bastante bien. Me invita un café, me pregunta si quiero azúcar o edulcorante:

- Edulcorante, soy diabético
- ¡Tan joven! No debe ser desde hace mucho
- En verdad no, pero la vida me ha cambiado desde que me lo dijeron
- Si, la vida cambia radicalmente

Le explico los detalles de la entrevista, el nombre de la revista y su objetivo, sus contenidos y la naturaleza de la sección donde va a estar: “Ok, adelante”, me dijo.

Sofía y el mundo

“Viví en Bogotá un año, un año y un día para ser exactos. Trabajé en la Revista Sábado donde estaban trabajando venezolanos muy importantes para la cultura y el periodismo. Allí tuve mis primeros percances como periodista. Fui a entrevistar al entonces ministro de educación Germán Arciniegas, él me invitó un café, pero me invitó a un sitio donde había puros hombres, en aquel tiempo las mujeres no entraban a los cafés. Al día siguiente salió publicado “una periodista se atrevió a entrar a un café en Colombia”.

Recuerda con especial cariño a Soledad Mendoza “una excelente editora”, y al Gabo. Pero también estuvo en Francia unos catorce años y otros cuatro años en Bélgica acompañado a su primer esposo que ejercía funciones diplomáticas en el país, pero Sofía siempre prefirió Venezuela, un país al que llegó a los seis años de edad, pero que sin duda representa su pasión.

El perfeccionismo y sus altibajos

Sofía tiene fama de perfeccionista, aunque ella minimiza ese elemento de su reputación: “Todos tratamos de ser perfeccionistas –me dice –, la tendencia debe ser siempre hacia la excelencia. No es que se logre, pero el trabajo que haces hoy lo debes hacer mejor mañana. Tu en este mismo momento estás tratando de hacerme una entrevista perfecta”, y yo sonrío con la incomodidad del que se siente descubierto.

“El perfeccionismo me ha traído buenos y malos momentos, pero la vida se trata de eso. He vivido buenos momentos, como ese Premio Nacional de Periodismo, pero también momentos malos como el despido por Televisión de mi cargo en el Museo de Arte Contemporáneo”.

Sofía Ímber había fundado el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas en el año 1973, al que logró convertir en el museo con la mejor colección de arte contemporáneo de Latinoamérica. A partir de 1990 el Museo llevaba el nombre de la periodista, hasta el año 2001 cuando el presidente Hugo Chávez la destituyó desde su programa televisivo “Aló Presidente” alegando que había impulsado “una revolución cultural que iba a renovar a los dirigentes del área cultural del país que ha sido secuestrada por una elite”. Sofía formaba parte de esa “élite”.

“Hubiese sido más fácil que me pidiera la renuncia. Eso fue un domingo, él tenía un “Aló Presidente”, me llamaron por teléfono y me dijeron que él me había botado desde el programa. Yo salí, me tomé un café y me fui a mi casa. Después fui a buscar mis cosas al Museo y me despedí de mis compañeros. Nunca tuve ningún contacto previo con el Presidente”.

En su momento, al artista plástico Fernando Botero envió una carta de protesta al Presidente venezolano por la acción tomada contra la periodista y hasta ese momento directora del MACCSI. Al poco tiempo Sofía Ímber declararía que antes de irse Botero tenía dispuestas 25 esculturas para donar al Museo, "Pero al botarme no quiso hacerlo".

Periodismo y Arte: sus verdaderos apellidos

“Yo llegué al periodismo haciéndolo. Empecé trabajando en el diario Ahora con Guillermo Meneses (su primer esposo y personaje famosísimo de la narrativa venezolana), estaban esperando que estallara la 2da Guerra Mundial y por lo tanto se hacían guardias. Yo acompañaba a mi marido y empecé a hacer notas”. Y es que, al parecer, en eso de trabajar con sus esposos Sofía fue experta. En su experiencia en televisión también estuvo ligada a su pareja, en ese entonces su segundo marido Carlos Rangel: “Tuve el primer programa de entrevistas de la mañana. Era a las 6 de la mañana”, ese programa se llamaba “Buenos días” y fue transmitido por la señal del canal del Estado, Venezolana de Televisión (VTV), pasando luego a otros canales cambiando su nombre a “Lo de hoy”. Un espacio de entrevistas que duró más de veinte años al aire.

Sofía Ímber fue la primera mujer que ganó un Premio Nacional de Periodismo, lo que ocurrió en el año 1971: “Fue inesperado, pero fue un premio justo. Yo trabajé igual que los hombres”. “A mí no me gusta ser entrevistada –me lanza la advertencia –. Yo pensé mucho antes de aceptar esta entrevista, pero como me van a leer en Colombia en donde tuve muy buenas relaciones, acepté”. Sin embargo, el género la entusiasma. Dice que la entrevista posee un valor que le parece importante: el diálogo: “…el diálogo te da la base de casi todas las cosas de la vida. Los diálogos son necesarios entre personas, las instituciones, el gobierno con su pueblo, todos necesitamos dialogar”.

¿Y conoce Internet?

- Claro, Internet nos ha dado la posibilidad de que alguien esté en su casa y pueda ver una exposición que está ocurriendo en ese momento en otro lado del mundo. Yo uso Twitter, aunque solo para seguir a la gente, a los que me escriben. Internet ha hecho posible el diálogo verdadero.

Definitivamente, una mente brillante.

“Muchos artistas trabajan con los nuevos medios tecnológicos y el arte no baja de calidad. Se publican cosas en Internet y poseen la misma calidad del lienzo. Hay gente neófita que ven lo malo en todo lo que les sea nuevo”.

Pero no solo del periodismo vivió Sofía. El arte es su otro apellido: “El arte está en mi vida desde que nací. Toda la vida he estado en museos, y luego estuve estudiándolo. El periodismo y al arte son elementos básicos para una sociedad democrática. Poseen el máximo grado de importancia para la sociedad”.

“Ha habido un renacer muy fuerte de la cultura. Las galerías han empezado a tomar el sitio de los museos. Las paredes de la calle ahora tienen arte. Iniciativas como Por el Medio de la Calle son cosas magníficas. Todas las épocas tienen sus buenos y malos momentos, pero hoy hay cosas que me animan mucho, espacios como Los Galpones con sus galerías, sus conciertos, sus muestras de cine. La Estancia es un sitio donde se hacen cosas muy interesantes. Las editoriales se han multiplicado, hay autores jóvenes, ensayistas, poetas que han encontrado formas de expresarse.

El arte en sí mismo es una fuerza que empuja todo de abajo hacia arriba”. En ese momento nos interrumpe Babú, uno de sus perros. Un inquieto canino que solamente estaba dándole el preámbulo a Chiquita, una diminuta cachorrita que pide con los ojos y las patas subirse al sillón con su dueña. La ayudo a subir y se queda a su lado, yo continúo con la entrevista.

“Sin diálogo un país no vive –retoma –, sin diálogo una persona no vive. Por eso lo más terrible que hay en la vida es estar preso. Y lamentablemente hoy tenemos en Venezuela presos políticos, algunos muy enfermos, para los que la ciudadanía ha pedido libertad, y no se le ha dado la libertad ni siquiera para morir”.

Su vena política es otra cosa que no se duerme.

Antes de abandonar la casa de Sofía Ímber, me pide que no edite nada de lo que dijo: “Ya muchos periodistas no respetan eso, y ni siquiera tienen consideración con una que ya es mayor”. Por respeto y por homenaje, esta entrevista mantuvo intactas sus declaraciones.

- Fue un placer conocerle y entrevistarla Sofía.
- Gracias colega, en verdad me sentí muy cómoda.

Yo sí olvido al año viejo VIII: 2015, el año que pao

En el post del año pasado vaticinaba que 2015 iba a ser un año excepcional e inédito. Así lo fue. Durante todo el año estuvimos viviendo hechos que no tienen punto de comparación y otros que marcan un camino para el 2016. Fue un año sumamente difícil en términos políticos, sociales y sobre todo económicos. Pero en mi caso particular, fue un año en el que por fin pude "verle el queso a la tostada" en lo profesional.

Al igual que el año pasado, voy a escribir este post a lo "buzzfeed" y desarrollaré mi top ten de cosas que me traigo al 2016.

1. Mi hija Sofía ha hecho de esta experiencia "reloaded" de #sobreserPapá lo mejor del 2016. Este nuevo rol de ser padre por segunda vez, con una hija pre-adolescente y un nuevo comienzo con una nena que es extremadamente parecida a su hermana físicamente, pero totalmente distinta en su personalidad. Todavía no ha cumplido los dos años y ya por acá vemos como Sofía está mostrándonos sus rasgos. Toma decisiones, manifiesta su inconformidad y su acuerdo con las cosas, nos hace reir, nos enorgullece. Es la mejor hija que un padre puede tener.

2. Génesis ha seguido la senda que ha marcado desde chiquita. Es una niña que se destaca en lo que hace. Desarrolló su personalidad desde chiquita al igual que su hermana y es excelente en su rol de hermana mayor. La amo. Siento que esta etapa que viene con ella va a ser de las más enriquecedoras que voy a vivir. Se viene su adolescencia y aquí la espero con mucho amor y mucha expectativa.

3. Profesionalmente hablando comenzamos un primer año en Empresas Polar bastante positivo. Haber entrado en esta empresa fue lo mejor que me pudo haber ocurrido. Polar es una empresa de ensueño y mi trabajo es lo que cualquier estratega del Social Media puede soñar. El trabajo rindió sus primeros frutos al traernos seis oro en las categorías digitales de los premios ANDA ¿Malo?

4. Mi Moi continúa siendo la mejor decisión de mi vida. La mejor escogencia que pude haber hecho, la madre ideal para mis hijas, la mejor compañera de vida. La única que es capaz de llevar conmigo esta vida que llevo. Te amo Saiyed. 2015 fue un año en el que pudiste consolidar tu rol de madre. Espero que en 2016 podamos lograr juntos tu avance profesional.

5. Una de las mejores decisiones del año fue estrechar lazos con una persona que ha resultado ser una excelente colega, una excepcional colaboradora profesional y alguien muy especial en lo personal. Mi querida Alexandra llegó de repente, así sin querer queriendo y se nos metió en el corazón a mi y a mi familia. Espero que este cambio que logró este año en su vida (y del que orgullosamente me siento parte) se consolide como el giro definitivo para su futuro. Yo estaré aquí para ayudarte en lo que se pueda. Eres el personaje más destacado de mi 2015.

6. Aunque no di muchas charlas este año, mi curso de Estrategias de Comunicación en Medios Sociales se consolidó como uno de los más importantes de Caracas y el más importante para la Fundación Casa Uslar Pietri donde la dicto. Para 2016 reeditaremos el curso cuantas veces sea necesario y lo mejoraremos en contenido.

7. Mi faceta docente también se consolidó con los módulos que dicto en los diplomados de la UBA y del ISUM. Cada cohorte de egresados es una esperanza para el Social Media venezolano, lleno de tanto potencial y con grandes retos por delante. Venezuela pasará muy pronto de ser la mano de obra barata del mundo digital, a ser el país con la mayor calidad profesional en cuánto a los estrategas de la comunicación contemporánea.

8. Seguí despidiendo amigos. Mi querida Alejandra Moreno partió a tierras europeas detrás del amor y de mejores oportunidades. Mis panas de la Mejor Camada ECS se regaron por el mundo estableciendo embajadas de amistad para todos. EE.UU., Canadá, Argentina, España, Colombia, Panamá y Curacao son los países donde hemos extendido nuestra zona de amistad y si le sumamos otros panas allegados la cosa llega incluso a Taiwán. Somos una generación ciudadana del mundo.

9. Justamente mi Mejor Camada ECS hizo que 2015 cerrara de manera positiva y hermosa con el matrimonio de mi hermano Ricardo y mi pana Antonella. Una de las historias de amor y amistad más inspiradoras que conozco y que ahora sube de nivel para escribir nuevos capítulos en los que seguiremos siendo testigos de que el amor, como siempre lo digo, lo puede todo.

10. Aunque mi Madre sigue siendo mi gran deuda con la vida, cada vez me siento más cerca de poder darle lo que se merece. 2016 será un buen año para eso. Te amo madre.

2016 será un año más complicado politica y económicamente hablando. Los retos que tenemos como ciudadanos no estarán fáciles. La crisis se acentuará y vendrán episodios peligrosos de conflicto. El triunfo de la oposición en la Asamblea Nacional marca un punto de quiebre que se irá desarrollando a lo largo de este nuevo año. Seguramente seguiré despidiendo amigos, seguramente el entorno laboral se seguirá viendo afectado por esto, pero también muy seguramente estaremos dispuestos a salir adelante para lograr tener el país que todos deseamos. Mi balance es positivo a pesar del país y estoy conciente de que eso es algo que no todos pueden repetir, pero individualmente podemos seguir construyendo el futuro que todos deseamos.

Chao 2015, fuiste un año hermoso.

Yo sí olvido al año viejo VII: Llégate 2015

Releyendo el post del año pasado me doy cuenta que estos últimos años han sido de sorpresas agradables para mi. Me gusta cerrar años de forma tan positiva a pesar del entorno político y económico del país. 2014 ha sido un año duro, muy difícil. Un año en el que llegué a tocar muy fondo, estando al borde de la depresión. Pero como siempre digo, lo mejor que uno puede hacer en la vida es llenarse de amor y refugiarse en él, y sí, fue el amor nuevamente el que me salvó y me llevó a puerto seguro.

Rompiendo con el esquema en el que había venido escribiendo estos post de fin de año, este año quiero hacer un Top 10 de las mejores cosas que me han pasado:

  1. Obviamente el evento del 2014 fue el nacimiento de Sofía Valentina. Mi segunda hija. Una beba que llegó cargada de emociones para Saiyed y para mi. Recordemos que el embarazo fue gemelar durante algún tiempo, pero uno de los bebés no llegó. Miguel Ángel está en el cielo cuidando a su hermana, que es una hermosa niña que nos tiene la vida alegre a todos.
  2. Hola. Soy el nuevo Gerente de Medios Digitales de Empresas Polar. Chao.
  3. Contrapunto.com sigue siendo el proyecto periodístico al que le apuesto todo. Logramos edificar un estilo único para el Social Media en el periodismo. Contenidos de calidad que activan conversaciones. Les deseo todo lo mejor.3
  4. En 2014 di más charlas que en ningún otro año anterior. Además, cerré el año con broche de oro girando por varias ciudades con la Explosión Creativa. Esas visitas breves a Maracay, Puerto Ordaz y San Cristóbal me sirvieron para conocer un interior del país lleno de gente entusiasmada por las comunicaciones estratégicas. Además, firmé mi primer autógrafo.
  5. En algún momento del año me vi ahogado en "tigres", cosa que no es del todo mala, significaron una buena vía de enfrentar la crisis, pero sin duda fue algo agotador. El lado positivo estuvo en comprobar mi valor en el mercado, establecer relaciones profesionales de gran importancia y crecer profesionalmente. Gracias a Sanitas, a Cargill y a Protinal por su confianza.
  6. Nuevamente mi faceta docente fue protagonista en 2014. A los Diplomados de la UBA y del ISUM se sumaron el de la UNITEC y la serie de cursos dictados en la Fundación Casa Uslar Pietri. Amo dar clases.
  7. Mi lista de amistades especiales sigue creciendo. Este año la bienvenida es para Alejandra Moreno (Te quiero jevah)
  8. La Mejor Camada ECS sigue repartiéndose por el mundo. Los pocos que quedamos nos toca echarle bolas y tratar de mantener todo bien para cuando el resto regrese, porque sé que algún día van a regresar.
  9. Mi Papá se fue de esta vida terrenal. La sensación es rara, pero estoy en paz.
  10. Pude hacer un poquito más feliz a mi Madre, y si todo sale bien, pronto estaré retribuyéndole todo lo que me ha dado como siempre he querido hacerlo.
2015 será un año muy difícil, probablemente más difícil que 2014, pero empezará con un doble juego para definir un quinto puesto en la clasificación del béisbol local, algo inédito y que marca una pauta: 2015 será un año inédito. Así lo creo, así lo espero. Todo está por escribirse y todos tenemos la oportunidad de escribir nuestra parte en él. Ya he visto muchos amigos embarazados y casándose, ¡eso es tan fino!

Gracias 2014, 2015... ¡llégate perro!

Adiós Castillo

Supongo que fuiste lo suficientemente importante en mi vida como para dedicarte este espacio. Supongo que las lecciones que aprendí de tí son suficiente credencial para dedicarte estas líneas. Supongo también que no fuiste mala persona. Supongo que todo lo que hiciste tuvo siempre una buena intención.

Lo que no supongo, porque estoy seguro, es que fue un gran ejercicio de bondad de tu parte darme tu apellido. Estoy seguro que, a pesar de todos tus errores, no merecías irte tan en silencio, tan desgastado, tan triste, tan maltratado.

Hace muchos años dejé de llamarte Papá, empecé a mencionarte con tu apellido: Castillo. Se
ñal de rebeldía al principio, de rencor después, de distancia al final. A veces la costumbre, que es más fuerte que el amor como dice la canción, me traicionaba y dejaba salir de mi boca el sustantivo que llegué a pensar que te quedaba grande. Pero lo cierto es que nunca dejaste de ser mi Papá. Esos vínculos de crianza no se borran. Las relaciones humanas son así, unidas por una liga que estira y se encoje, pero no se rompe.

Te fuiste Castillo, y la última vez que hablamos nos compartimos unas palabras tímidas en tu casa. Todavía no estabas tan reducido, todavía quedaba algo del señor que dedicó parte de su vida a verme crecer, tal vez muy de lejos aunque habitábamos la misma casa, pero allí estuviste.

A veces me sorprendo a mi mismo usando tus gestos, tus mañas, tus manías. A veces hago consciente la influencia que tienes en mi vida. No me avergüenzo, aunque en momentos me incomodaba. Nunca nada es totalmente malo, y aún en lo malo se consigue cierta belleza. Después de todo, el equilibrio del Universo consiste en darnos a todos una dosis de maldad, de error, de equivocación.

El Papá que soy hoy es consecuencia tuya. Siempre dije que me enseñaste justamente lo que no debía hacer de Padre, y aquí voy y parece que voy bien. Pero insisto, a pesar de todo, creo que tu sacrificio para con tus hijos fue bastante, fue suficiente como para decir que tu partida es injusta.

No Castillo, no eras un hombre malo, eras una buena persona a la que posiblemente se le hizo demasiado difícil mostrar su faceta sentimental, bondadosa. Tu ser racional te gobernó, y eso no es malo ni bueno, simplemente es lo que te definió.

Te perdono, y sé que me perdonas. Estoy seguro de que descansarás en Paz. Es lo que mereces, dejar ese cuerpo que tanto cultivaste y que al final fue vencido por el tiempo. Como me sucederá a mi seguramente. Flotar después de una vida tan larga como la tuya debe ser un gran alivio. Eso es lo que deseo para tí: la paz del alivio, la paz de flotar, la paz de ser uno solo con el aire.

Descansa en Paz, Papá.

Yo también fui estudiante

Todos fuimos estudiantes, al menos la gran mayoría de nosotros los que ya somos mayorcitos, pero parece que algunos olvidamos esa época. Leo críticas muy fuertes a la actuación de los estudiantes en la actualidad, sobre todo de ex-compañeros de clases afectos al Gobierno de turno, incluso es historia la actuación de muchos de los representantes del gobierno en su época de estudiantes.

Trataré de hacer memoria.

Estudié mi bachillerato en la E.T.C. Luis Razetti, en la Av. Morán. Cuando entré, el liceo ya era famosos por las revueltas que se formaban en la zona, donde el Razetti convive con el Liceo Pablo Acosta Ortiz y la Escuela Técnica Industrial. Eran tiempos de Rafael Caldera II y la economía no era muy distinta a la que vivimos hoy en cuanto a los altos índices de inflación, aunque en la época no había problemas de abastecimiento y el precio del barril de petróleo era "pírrico", pero vivíamos bajo la amenaza de la sombra del 27F, del 4F y del 27N.

Los métodos de protesta de entonces jamás pasarían la prueba del Estado en el que hoy vivimos. No habían acampados pacíficos, la palabra "guarimba" no era tan popular entonces, pero lo que sucedía cuando los estudiantes de los tres liceos de la Morán salíamos a la calle, no era tan distinto a lo que hoy califica en dicho término, incluso, éramos peores.

El odio entre estudiantes y policías era muy profundo. Los uniformados cargaban los cartuchos de perdigones con pedazos de metal para herir con mayor gravedad. Nos encapuchábamos para no ser reconocidos por los profesores, que en diversas ocasiones castigaban a los estudiantes por salir a manifestar. Si un estudiante era atrapado por un policía, recibía la coñaza de su vida y probablemente era ruleteado por Caracas a punta de psicoterror antes de ser liberado. Eso sí, jamás ningún estudiante fue puesto preso, al menos no formalmente con delitos imputados y juicio. Eso sí, también hubo estudiantes fallecidos y arrollados.

La gran costumbre era parar motorizados para pedirles gasolina, que era usada para quemar cauchos y fabricar bombas molotov. Luego se secuestraba y saqueaba algún transporte de alimentos para justificar la llegada de la Policía Metropolitana. Habían lacrimógenas, y en muchas ocasiones las mismas eran lanzadas adentro de los liceos. Un dato interesante: la GN era respetada por los estudiantes, y no era usada para reprimir manifestaciones. Incluso había gritos y consignas a favor de los uniformados de verde.

La mayoría de las veces, los disturbios se usaban como método para perder clases, para atrasar exámenes de fin de período o sencillamente para tomarnos un día de "descanso". Cuando los disturbios eran en serio, existía coordinación entre los líderes estudiantiles de otros liceos públicos para que la protesta fuese múltiple. En alguna ocasión, un grupo de estudiantes secuestró un autobus para que los trasladara al Liceo Fermín Toro y apoyar a los estudiantes que estaban siendo fuertemente reprimidos en ese momento. La cosa se ponía delicada si había algún estudiante muerto o herido.

Cuando la manifestación tenía base en algún reclamo social, o por la muerte de un compañero, normalmente llegaba gente infiltrada, gente de los partidos políticos, sobre todo los partidos de izquierda. Muchas veces estos infiltrados llevaban armas de fuego, que raramente se usaban contra alguien y que servían para someter conductores de transportes que luego era saqueados y/o quemados. La quema de vehículos era común si el motivo de la protesta era la muerte de un compañero.

Veíamos con cierto grado aspiracional las protestas universitarias y en algunas ocasiones la coordinación llegaba a encadenarse con la dirigencia de la UCV y del Pedagógico de Caracas. Recuerdo que leíamos admirados los nuevos métodos que usaron en alguna ocasión los del Pedagógico al lanzar cohetones a la PM.

No éramos terroristas, no éramos acusados de apátridas. A lo sumo, nos llamaban revoltosos y ñángaras, sin embargo, en muchas ocasiones se actuó de manera mucho más contundente que los estudiantes de hoy. Al menos, las lacrimógenas y los perdigones de entonces estaban justificados en una acción cuasi-violenta de parte de los estudiantes. La policía no llegaba por la simple tranca de alguna calle, y en algunas pocas ocasiones quedamos con los crespos hechos porque la PM no llegó nunca.

No nos procesaban como criminales, al menos no los estudiantes liceístas.

Hay muchas cosas que hoy se ven con escándalo por parte de los defensores del gobierno, cosas que seguramente ellos mismos hicieron en el pasado. Claro, la ética de algunos es cómoda, y vista desde el poder, la rebeldía de otros siempre será mala.