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Conectados Vs. No conectados

El hecho de que escriba este post desde la nueva computadora de la casa de mi cuñado, tiene un significado muy particular.
Hace unos días, en la clase de Comunicaciones Corporativas de la UCV, con la profesora Andrea Hoare, se coló el tema de las nuevas tecnologías y la influencia que las mismas están ejerciendo en la vida cotidiana, amén de las comunicaciones humanas (digo que se coló por simple formalismo, porque realmente el tema es recurrente en nuestra clase)
Se hizo mención a la participación del Zar de la computación, Bill Gates en la conferencia de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), realizada recientemente en Cartagena, Colombia.
William III realizó una especie de ejercicio de predicción del futuro, mostrando un panorama de lo que para él, será el nuevo orden mundial dentro de unos diez años: "Los chicos que hoy tienen 14 años en 10 años serán personas con una forma de pensar diferente". Mostrando una preocupación bastante grande por la llamada brecha digital que separa hoy en día a los paises desarrollados de los que no lo están, Bill sugirió abrir el acceso a internet a los pobres mediante Centros de Información y algunas otras sugerencias por el estilo.
En la clase se mencionó la posibilidad futura de que las clases sociales en esos diez años ya no se dividan en pobres y ricos, sino en "conectados y no conectados", y para sustentar esta afirmación, cito otra frase dicha por Bill en Colombia: "Yo habría sido más inteligente si hubiera tenido internet cuando era niño".
No había prestado mayor atención de la normal ante estas teorías futuristas de no haber experimentado por mi mismo dicha separación entre los humanos conectados de los no conectados, y es aquí donde entra en escena la nueva conexión a internet de mi cuñado.
Fue increible ver como Internet abrió un mundo nuevo a mi cuñado Luis José, un mundo que yo ya conocía al igual que muchos de ustedes, y les cito un ejemplo tan simple y banal, pero tan ilustrativo, que da miedo.
¿Cuántos de ustedes han visto en YouTube el video de "La Tigresa del Oriente"? ¿o el del ecuatoriano "Delfín" que le canta a las Torres Gemelas? o incluso el video de Yasuri Yamileth reseñado en este mismo blog hace meses. Pues, no solo sucedió que mi cuñado no conocía a estos personajes, sino que en el caso de Yasuri ocurrió lo que seguidamente les voy a ilustrar:

Yo: Tu viste el video de Yasuri?
Mi cuñado: No, está ahí?
Un amigo de mi cuñado: Esa chama está buenísima...
Yo (Con una ceja alzada): De que hablas?
El amigo: De Yasuri...
Yo: No vale, la chama del video fue la que salió originalmente.
(Procedo a mostrarles el video desde YouTube y ante la cara de asombro de ellos les digo)
Yo: Esa es la Yasuri que se conoció en un principio...
Ellos: No vale, esa no es la chama...
Yo: Es que es un cuento largo...

Resulta que mi cuñado y su amigo pensaban que la única Yasuri que existía en el mundo era nuestra querida locutora Katherine Severino. Y fue entonces cuando nuevamente pensé en aquello que escribí sobre el papel de los medios en Babel y la incomunicación. Y fue cuando llegaron a mi mente las frases que centran este texto: Brecha digital, Conectados Vs. No conectados... Y es cierto! Billy tiene toda la jodida razón.
Vivimos en un mundo donde definitivamente el poder se centra en el manejo de la información, dicho poder ha venido siendo manejado por los medios masivos de manera muy unipersonal y monopólica. Internet, tal como lo dice mi pequeña biblia El Cluetrain, está socavando las jerarquías, está democratizando la información y la está haciendo accesible al mundo.
Y recordé nuevamente a Pasquali en la UCV alertando sobre el uso de las nuevas tecnologías y el uso de la información para el desarrollo de la humanidad... y me dije: Finalmente no estoy tan loco.
Lo más interesante del asunto (y tal vez lo irónico del mismo), es que Bill dijo esto justamente frente al séquito que hoy aún maneja ese poder desde las redes cada vez más débiles de los mass media ¿Habrán entendido lo que se les viene encima?
Hoy publico este post desde la computadora de mi cuñado, esperando tener pronto conexión en mi casa para empezar a educar a mi hija y a prepararla para ese mundo que augura William para dentro de diez años.

1 comentario:

Unknown dijo...

En menos de veinte años necesitaremos "ser pinchados" para ser, para existir así de simple y sin exageración alguna. Al menos tenemos ventaja: estamos conectados; así que a sacarle provecho y conjugar la pinchadera, yo te pincho tu me pinchas. Nos vemos el espacio de messenger, nos vemos el hi5, nos vemos en myspace, nos vemos en un blog. Nos leemos, nos comentamos, nos calificamos, nos ponemos estrellitas y mientras más pinchadas tengas, más cerca estarás de una existencia "real" -y de la fama, ojo con esta particular diemnsión del cyberespacio-. Después de todo, la red es lo más cercano a una inmortalidad colectiva. No hay que ser genio, santo, mártir, artista o poeta para figurar aquí... basta con que te pinchen. Y para que no me acusen de falta de paranoia, te aconsejo que vayas abriendo tu respectiva cuenta y avatar en SecondLife, donde ya hay que pagar con dinero de verdad por terrenos virtuales, donde hay tiendas, comercios y franquicias provenientes del mundo exterior - es decir, este del otro extremo del teclado- y en el que también hay terroristas que se oponen a la capitalización de su espacio virtual. Pronto si no estás conectado simplemente: NO EXISTES.