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Babel y la incomunicación


Tuve la oportunidad de asistir el pasado sábado a una Cine-foro en el Trasnocho Cultural de la película "Babel" del mexicano Alejandro González Iñárritu, cuyo guión fue realizado por Guillermo Arriaga. El mismo dúo dinámico de "21 gramos" y "Amores Perros", ahora peleados y separados.
No voy a realizar mayores comentarios críticos sobre la película, sino que voy a centrar este ensayo en la discusión que se realizó en el foro posterior.
Para el foro fueron invitados tres personajes de los cuales asistieron solo dos: un crítico de cine y un guionista (disculpen, no recuerdo sus nombres, son muy importantes y todo pero no recuerdo sus nombres).
Luego de realizar sendas exposiciones, la del crítico alabando el filme y la del guionista explorando los aspectos negativos del mismo, se realizó una tertulia interesantísima, sobre todo porque se vio reflejado el tema de la película en el foro mismo, y tal vez sin que los participantes se dieran cuenta de ello. Este servidor tuvo la tarea (dictada más por la timidez que por la inteligencia del observador) de ver todo desde una esquina sin decir ni "ñe". Y esta observación me ha llevado a sacar la siguiente conclusión:

(Advertencia: si no has visto la película, puede que encuentres comentarios de la misma que revelen su contenido. La película de igual manera es de esas que se deben ver más de una vez, pero si no deseas enterarte de mi boca, cierra la pantalla, ve a verla y regresa, este texto seguirá aquí mismo)

Babel representa de manera espectacular las miserias de la incomunicación de los seres humanos. La misma que describe Antonio Pasquali en sus libros, la misma que ha llevado al fracaso estrepitoso a la era de la comunicación masiva. Su filmación en diferentes escenarios, culturas y lenguas es solo una capa más para mostrar la enorme incomprensión que nos tenemos unos con otros por el simple hecho de no saber, o en el mejor de los casos, no querer decir las cosas. Incluso, el papel de los medios masivos de comunicación se toca muy camufladamente pero de manera contundente: los medios son un estorbo comunicacional y solo sirven para confundir y empeorar aún más las complicaciones de las sub tramas de la historia.
No es que el personaje de Brad Pitt hablara inglés y se encontrara en Marruecos lo que representa su mayor problema, sino el hecho de que sus temores hayan construido una pared de silencio entre él y su esposa. No es que la sordera del personaje interpretado por Rinko Kiluchi influya de manera negativa en su interrelación con el entorno, sino que el silencio entre ella y su padre por un tema en común: la muerte de su madre, haya provocado una ruptura comunicacional entre ambos que la hayan llevado a buscar esa conexión con el ambiente a través del sexo (influenciada, eso si, por sus "amigas").
Este juego de incomunicaciones traspasa la pantalla. González nos hace partícipes de su juego dejando sueltos los cabos que cierran los finales de cada historia. Cada duda que nos queda al salir de la sala de cine nos hace sentir desinformados, somos parte del guión.
La película nos echa en cara de manera descarnada, que la solución no está en la prensa, ni siquiera en la presencia de la tecnología, pero tampoco es un problema la ausencia de estos medios, el problema yace desde hace tiempo en el mismo ser humano plagado de prejuicios y temores, que una vez rotos (o habiendo empezado el proceso de ruptura), facilitan el diálogo, la comprensión y por ende, la comunicación.
Curiosa situación se presentó al final del foro. Una señora preguntó a viva voz, dónde se encontraba la información de los foros del Trasnocho. "En que periódico sale" imploraba la señora. Alguien dijo en voz baja que en El Nacional, pero el moderador señaló que las invitaciones se daban "por base de datos", y procedió a sugerir a la audiencia que anotaran sus correos electrónicos en un papel.
Y es tan sencillo: la información llega a tu cuenta de correo electrónico solo porque tú así lo pediste, y si sabes de algún amigo al que le interesa, simplemente haces click en "Reenviar" y listo. Así creamos una gran cadena de información más efectiva que cualquier anuncio publicitario de mil millones de bolívares o una noticia retocada de un medio "informativo"... ya lo vivimos aquel 11 de abril, ¿recuerdan?
Sin embargo, la señora seguía implorando "mayor promoción en los medios" para estar enterada. Tal dependencia tenemos aún de los medios masivos... no se, tal vez sea cuestión del conflicto generacional. Espero que así sea.
Babel rescata la remembranza de una historia bíblica, para decirnos que ya basta. Ya ha sido largo el castigo, ya es hora que apartemos a un lado las trabas, que rompamos la cadena de la incomunicación y entremos de una vez en la era del diálogo.

Yimmi

PD: Creo que esa señora no entendió bien de que se trata "Babel".

1 comentario:

Xtorman Ikari dijo...

Excelente exposición del tema Yimmi. Concuerdo 100% en que el tema de la película es la Incomunicación y la manera subyacente en que los medios colaboran a ella. El tratamiento de los personajes, la fotografía y muchos otros factores me encantaron en está película. Sin embargo, hay algo sobre el estilo recalcitrante de Iñárritu y su eterna Tragedia Griega que no me terminó de cuadrar para esta cinta. Los últimos 20 minutos del FIlm me parecieron eternos y, conciente de lo que buscaba el director, acotó como opinión personal que hasta me desencantaron. Sin embargo es cuestión de volverla a ver como dices pues es realmente muy probable que las lecturas cambien.

Un gran saludo y te felicitó nuevamente por tu escrito.